Queridos Lectores, les saludo nuevamente, con mucho gusto, ¿Cómo les fue en el grito patrio?, ¿Gritaron a todo pulmón?, espero y la hayan pasado bien. En mi caso la pasé tranquila, sin asistir al evento.
Hoy quiero platicarles sobre la Ingeniería Textil, la Lic. En Diseño de Modas, Diseño Gráfico y afines, tratando de definir la función de cada una en la industria textil.
Tal vez al saber nuestros meros moles, ayudará a mejorar el rol dentro de la empresa.
Claro que iniciaré por mi carrera: Ingeniería Textil.
Los Ingenieros Textiles aplican sus conocimientos para la producción textil, pudiendo estar a cargo de una empresa, en las líneas de producción, investigación, desarrollo de producto, control de calidad, mantenimiento industrial, entre otros. La habilidad de un Ingeniero Textil, radica en el conocimiento de la totalidad de los procesos para la producción, ya que se empapa de todas las áreas, haciéndose expertos e idóneos para la producción. Claro está que siempre va a haber áreas de preferencia en las que el desarrollo personal será notorio, según la persona se lo permita. Lo bonito de la Ingeniería Textil es que somos el ajonjolí de todos los moles de la industria.
Los Licenciados en Diseño de Moda son un Espectáculo Andante; les admiro y respeto. Son una mina de ideas, enfocados en crear prendas y texturas, combinan su propia inventiva con las tendencias de moda nacionales e internacionales. Sus moles se ven enfocados en pasarelas, crear prendas que vistan a las celebrities y por supuesto que ellos desean tener su propia marca, al igual que todos. Dentro de la industria se desarrollan en el área de Diseño y también en Producción; por supuesto las capacidades se van agregando con el interés aplicado y la dedicación. Lo bonito de los Diseñadores de Moda es que no le tienen miedo a proponer y usar sus ideas.
Los Diseñadores Gráficos son tan creativos que no les veo límite: crean conceptos gráficos para medios digitales, empaques, etiquetas, diseño de producto, campañas publicitarias, mejoran la imagen de todo y lo colocan de una manera tan sin igual que, en pocas palabras, son el make up y portada de la industria. Ellos nos enamoran de forma visual. Ellos pueden estar perfectamente en el área de diseño; lo digital es su mole y sí, me atrevo a decir que toda empresa textil necesita de un diseñador gráfico.
Segura estoy que me quedo corta en las descripciones. Hay otras carreras que encontramos dentro de la industria, carreras que por azares de la vida terminan inmiscuidas en estos procesos, como lo son: los ingenieros industriales, los diseñadores de imagen, los diseñadores de interiores, entre otros.
Creo que lo importante de todo esto es tener un gusto afín, que es el diseño de prendas, interesarnos por mejorar los procesos, estar con las tendencias y temas actuales, pero sobre todo conscientes de querer hacer el cambio, manejando textiles que no se sometan a cambios abruptos con químicos, que sigan dañando nuestro planeta, porque no debemos olvidar que la industria textil es una de las más contaminantes de nuestro planeta.
Estimado empresario, esto es para ti, para que te des la oportunidad de formar un equipo de trabajo completo, con personas creativas, conocedoras y capacitadas. Segura estoy que todos estamos dispuestos a aprender y mejorar una vez dentro.
Hagamos equipo, mejoremos la industria a nivel municipal, a nivel nacional; seamos productores de calidad, no solo de cantidad. Claro, todos necesitamos cantidad y más si de dinero se trata pues los gustos no se pagan solos, los disgustos sí y más si la producción sale mal por emplear inadecuadamente algo dentro del proceso.
Los invito nuevamente a ser conscientes, creativos e innovadores. Lo dije ya: seamos valientes para hacer de la zona sur un lugar de referencia en la producción textil y moda a nivel nacional e internacional y que, ¡Viva Guanajuato!
Antes de concluir, les agradezco que me permitan entrar a sus oídos y mente. Les comparto otro pequeño escrito de mi autoría, esperando les guste.
Con afecto: Lola Razo.
Cartas.
Era una tarde con lluvia, Ruth estaba hambrienta, postrada en la cama se quedó; gota a gota un pensamiento le surgía. Vestía impecable, aunque el rojo que le adornaba no era de amor, era el rojo de deseo, de la esperanza, de la siempre y continua espera.
– Sabes que no llegará, ¿Por qué no duermes?
– La carta me dice que podría, y yo…
– Y tú, tú eres ingenua, lees lo que deseas; esa carta la recibiste hace tanto tiempo…
– Yo sé que llegará.
Conversaba con ella misma, no tenía más; tomó su cuerpo, lo abrazó pero rasguñó su espalda, al menos así podría llorar de dolor físico, ya que el emocional no le causaba más. Al menos eso es lo que se decía a sí misma, el engaño de muchas noches, la soledad del alma de muchas otras ocasiones predominaba en el lugar.
Una carta tirada bajo la mesa con un gran contenido de romanticismos y una posdata de: “no voy a llegar” reposaba sellada. Tal vez se le cayó, se le traspapeló al entrar, tal vez el cartero la lanzo debajo de la puerta con gran intensidad, tal vez otra vez el destino simplemente la quería hacer llorar.
-Ruth, eres la niña de mis ojos, no los hagas llorar- le dijo ese fantasma que siempre le solía acompañar.
Todos tenemos una historia que contar y miles que escuchar.