En nuestra región uno de los medios de transporte que ha tenido un crecimiento acelerado son las motocicletas. Son vehículos rápidos, con bajo consumo de combustible y con un costo generalmente accesible. Nuestras calles -especialmente las céntricas- son estrechas y por ello los espacios de estacionamiento son escasos, pero siempre hay espacio suficiente para una moto. El crecimiento comercial exige velocidad de reacción especialmente cuando se trata de entregas a domicilio. Llevar a los hijos a la escuela y recoger insumos es también una tarea más fácil si se cuenta con una moto.
Hay muchos otros factores que explican el aumento de motos en nuestras calles. Es de suponer que, como vehículos motorizados, están sujetos a las reglas de Tránsito o Movilidad. Pero esto no se da en la realidad. Coches y camionetas generalmente obedecen las indicaciones de vialidad. Circulan en los sentidos señalados y también generalmente se detienen ante los cruces peatonales, aunque ocasionalmente los invaden. Pero la agilidad de maniobra de las motos, permite que se hagan maniobras arriesgadas como transitar con luz roja, subir a las banquetas, llevar hasta cuatro pasajeros, circular sin luces por la noche, etc.
Nosotros nos hemos acostumbrado a estas maniobras y, si conducimos un coche o camioneta, estamos acostumbrados a ver a ambos lados antes de dar algún giro: hay motos circulando a ambos lados. No se sabe cuál será la siguiente maniobra de ambos motociclistas. Pueden pasar por delante, pueden rebasar aún antes de la luz verde, pueden arrancar en un segundo y hacerlo a milímetros de la carrocería. A quienes vivimos aquí nada de esto nos extraña, pero algunos visitantes han estado en la redacción de Impulso y lo han hecho para enviar un mensaje a la autoridad.
Este mensaje es de prevención: les gusta venir a comprar y tener trato con los comerciantes o fabricantes locales, pero están pensando seriamente en mejor hacer pedidos por Internet pues se han llevado algunos sustos con las maniobras extrañas y riesgosas de algunos motociclistas. No quisieran verse envueltos en algún accidente o lastimar a algún o alguna motociclista con todos los problemas que eso implica. Sugieren se haga alguna campaña o se apliquen sanciones de manera que la circulación en las calles sea más segura.
Les gusta el trato de nuestra gente, le encanta el espíritu de servicio de los comercios, restaurantes y hoteles, pero la circulación de las motos francamente los pone nerviosos. Creen que la solución puede tomar tiempo, pero debe ser fácil pues a la autoridad le toca garantizar el libre y seguro tránsito por nuestras calles. Otro tema que señalan es la invasión de las banquetas y que en las calles de comercio haya vehículos estacionados y circulación de autobuses. Esperan que el mensaje pueda llegar a las autoridades de Tránsito de ambos municipios.