Guadalajara, Jal., a 3 de diciembre de 2024.- El reconocido escritor mexicano Carlos Martínez Assad fue huésped este lunes del pabellón de Guanajuato en la 38ª Feria Internacional del Libro de Guadalajara, en donde mostró sus facetas de novelista y ensayista.
Martínez Assad, investigador emérito de la UNAM y Premio Nacional de Artes 2013, presentó su novela “El cielo prometido y el infierno tan temido”, así como su ensayo “Los héroes no le temen al ridículo. La Revolución Mexicana según Jorge Ibargüengoitia”, uno de los últimos lanzamientos del año de Ediciones La Rana, sello editorial de la Secretaría de Cultura de Guanajuato.
En la presentación de “El cielo prometido y el infierno tan temido” acompañaron a Martínez Assad su colega, Adolfo Castañón, y el sacerdote Tomás de Híjar Ornelas, cronista de la Arquidiócesis de Guadalajara, quien describió la novela como una mirada “a la religiosidad popular desde los recuerdos de un escritor que, desde su sensibilidad de sociólogo y antropólogo nos ha podido compartir”.
La narración de Carlos Martínez Assad transcurre en San Francisco del Rincón en los años cincuenta, antes del Concilio Vaticano II que renovó la ritualidad católica. La historia se cuenta desde la perspectiva de un niño sumergido en la intensa religiosidad pueblerina y cuya sensibilidad da un vuelvo al encontrarse con un ejemplar de la “Divina Comedia” ilustrada por Gustav Doré.
Aunque Martínez Assad es un erudito de la historia, buscó que la novela fuera contada desde los alcances de percepción de su protagonista niño. “Si hubiera sido yo quien cuenta, habría contado mucho más, pero lo que quería reflejar era el asombro del niño al encontrarse con imágenes que le sorprenden”.
Una perspectiva opuesta tiene “Los héroes no le temen al ridículo”, reedición de un ensayo que Martínez Assad escribió hace una década y en donde examina la visión irreverente que Jorge Ibargüengoitia tuvo hacia la Revolución Mexicana en la novela “Los relámpagos de agosto” y la obra teatral “El atentando”, que desentonaron con el tono oficialista con que se festejaron en 1960 los 50 años del alzamiento maderista.
“Ibargüengoitia era muy inteligente y captó muy bien el desencanto que se comenzaba a sentir en su época por la Revolución”, señaló Martínez Assad. “Fue un autor que se documentó intensivamente, pero para desacralizar a los héroes y verlos, no como estatuas de bronce, sino como seres de carne y hueso, capaces de bromear y asustarse”.
El ensayista ponderó además al escritor guanajuatense porque “sin ser historiador, nos dio armas a los investigadores para buscar a otros personajes que no se ciñeran a esta forma de acción que tuvieron los caudillos más conocidos o poderosos”.
Mauricio Vázquez González, director editorial de la Secretaria de Cultura, expresó que el texto de Martínez Assad, más que un acercamiento a la literatura de Ibargüengoitia, “sirve para lograr un diálogo inteligente con ella”.