PERIÓDICO IMPULSO

¿VIOLENCIA POR SIEMPRE?

Por Lic. Andrés Álvarez Frutos

La violencia y su gemela, la agresión, siempre han estado presentes en la historia humana. A principios del siglo pasado un pensador comentaba que en el futuro el asesinato sería visto con tanto horror como la esclavitud. Evidentemente estaba equivocado. De hecho, la violencia se ha vuelto más sofisticada y parece invadir nuevos terrenos cada vez. La guerra sigue siendo sangrienta y ahora da la impresión de ser un espectáculo que llega a todas las salas del mundo. Los videojuegos contienen violencia y uno pensaría que los niños y adolescentes pueden concluir que un medio de solucionar los problemas es aniquilar al oponente.

El hockey sobre hielo tiene a la violencia como un ingrediente más. El boxeo y la lucha libre tienen como razón de ser la agresión, aunque ésta sea simulada o reglamentada. En todos los deportes hay brotes de violencia porque la competencia y el enfrentamiento mantienen siempre abierta esa posibilidad. Los medios de comunicación se centran más en las desgracias, desastres y conflictos porque los consideran más llamativos. De hecho, un colega me comentó una vez: “la sangre vende”. Por otro lado, la violencia sigue estando vigente en las calles y en los lugares donde se reúne la gente.

Con este problema en mente y con motivo de estar estudiando la materia de Psicología Social, en la UQI local, los alumnos han emprendido una entusiasta investigación al respecto. Algunas de las conclusiones obtenidas hablan de la inevitabilidad del fenómeno de la violencia. Se cita al filósofo inglés, Hobbes, con su frase: “el hombre es lobo para el hombre” como el resumen de su filosofía. De hecho, él supone que la primera misión de la autoridad es proteger al ser humano de sus semejantes. Asumiendo que la violencia es genética y que el entorno social la amplifica, puede uno pensar que entonces hay que resignarse a vivir este mundo tal como es.

Pero si reflexionamos más detenidamente, podemos comprender que un mundo más violento se convierte en un mundo más peligroso para todos. Si la ONU y todos los gobiernos no se convencen de que la violencia (personal, grupal e internacional) es algo letal y con potencial para eliminar a toda la raza humana, entonces efectivamente mereceríamos el calificativo de que somos animales irracionales: sabemos del enorme peligro de la violencia y no la detenemos, ni hacemos algo efectivo para prevenirla. En diversos experimentos psicológicos se ha comprobado que los niños pueden aprender a resolver sus problemas o diferencias pacíficamente. Se ha comprobado también que es posible inocularlos contra la creencia de que la violencia es más efectiva que el diálogo para lograr los acuerdos.

Y, más importante aún, los padres de familia y las escuelas o pueden hacer mucho más de lo hecho hasta ahora para alcanzar el ideal de un mundo en donde la violencia se vaya atenuando. Para ello es esencial el papel de las personas capacitadas, líderes en su campo y que pueden difundir ideas constructivas. Al platicar con los alumnos, los animo a que expandan su radio de acción y se enfoquen en la resolución de conflictos como un punto importante en la vida comunitaria y familiar. Así que cuando usted sienta que la violencia se está incrementando en su entorno laboral, familiar y social es tiempo de acudir a un psicólogo. Ellos tienen las herramientas necesarias para ir disolviendo estas tendencias nocivas.