Por: Rosendo López
En las antiguas basílicas paleocristianas (S. III), el nártex es un espacio cubierto adosado a la fachada del templo que estaba destinado a los cristianos penitentes y «catecúmenos» (personas que se están instruyendo en la doctrina y misterios de la fe católica, con el fin de recibir el bautismo).
Hacia el siglo IV, cuando el catolicismo pasó a ser la religión oficial del imperio romano, el catecumenado se extinguió, por lo que el nártex dejó de figurar en los templos románicos.
No obstante, en México, en tiempo de la Colonia, el nártex se integró nuevamente como un elemento de la arquitectura religiosa, aunque con algunos matices de funcionalidad. Para esta época, el nártex se usaba a manera de pórtico, vestíbulo o zaguán.
Así, hacia finales del siglo XIX, el templo del Señor de Esquipulas, de la parroquia de San Juan Bautista, contó con nártex en la parte sur (en imagen); sin embargo, al terminar la construcción de la cúpula (1909-1912) fue sustituido por el actual atrio parroquial.
Fuentes:
Catecúmeno, RAE (2019), recuperado de: https://dle.rae.es/catec%C3%BAmeno?m=form
Nártex. (s.f.). En Glosario Ilustrado de Arte Arquitectónico. Recuperado de: www.glosarioarquitectonico.com
Ledesma-Ibarra, Carlos y Olivares-Alva, Raymundo, (2018), «Los templos de Toluca y la influencia del clasicismo: Siglos XVIII Y XIX», en Revista Legado de Arquitectura y Diseño, núm. 24, Pp. 60-69,
recuperado de: https://www.redalyc.org/journal/4779/477957975013/html/
Castillo, Eugenia, y Wilfrido, Neftalí, (2015), El catecumenado para la nueva evangelización, Bogotá: Pontificia Universidad Javeriana
Recuperado de: https://repository.javeriana.edu.co/handle/10554/16978