PERIÓDICO IMPULSO

Frontera peligrosa

Los cárteles del narco disputan a tiros el espacio fronterizo de Tamaulipas; la carretera federal Monterrey-Nuevo Laredo es una especie de hoyo negro donde desaparecer personas de cualquier edad, sexo o condición social. Entre las víctimas, este año, ha habido numerosos ciudadanos de Estados Unidos, por lo que el FBI ya monitorea la zona.

Este 2021 han desaparecido cerca de 80 personas en la carretera federal que conecta Monterrey con Nuevo Laredo; entre ellos, mujeres y menores de edad, la mayoría hombres jóvenes. Al menos siete víctimas son ciudadanos estadunidenses, lo que obligó al Buró Federal de Investigaciones (FBI) a solicitar información sobre esos casos a las autoridades mexicanas, pero a la vez realizar sus propias pesquisas, debido a que no confían en las corporaciones mexicanas de seguridad.

El pasado 29 de marzo, alrededor de las 07:35 horas, Luis Dávila Cadena, contador público de 32 años originario de Arkansas, se dirigía en su auto al Puente Internacional II Abraham Lincoln de Nuevo Laredo después de visitar a familiares y amigos en la capital de Nuevo León. Se estacionó en una gasolinería sobre el bulevar Luis Donaldo Colosio, una importante vía periférica que evita pasar por la ciudad fronteriza y que se conecta con la carretera a Monterrey. A esas horas mandó un mensaje de celular a su familia, para avisarle que en menos de cinco minutos llegaría al puente para cruzar hacia Estados Unidos. Fue la última vez que sus parientes tuvieron contacto con el ciudadano estadunidense.

Durante su estancia en México, Dávila Cadena se comunicó constantemente con sus familiares de Estados Unidos para reportar su ubicación. Cuando dejó de hacerlo, sus parientes se inquietaron. A partir de ese momento insistentemente marcaron a su celular, sin respuesta. Horas después el FBIque, con permiso de un juez, monitorea las llamadas telefónicas que salen de la franja fronteriza– buscó a la familia a pesar de que aún no reportaban a las autoridades su desaparición.

Desde Arkansas su madre, Laura Dávila, imploró al gobierno de Andrés Manuel López Obrador que sea empático con las familias y que haga todo lo humanamente posible para que los desaparecidos regresen a sus hogares.